Ante los desafíos de la transición ecológica y el atractivo urbano, las autoridades locales tienen una necesidad creciente de objetivar sus decisiones. Sin embargo, si hay un dato que con demasiada frecuencia sigue ausente en la planificación, es el del uso real de los espacios públicos.
Ante los desafíos de la transición ecológica y el atractivo urbano, las autoridades locales tienen una necesidad creciente de objetivar sus decisiones. Sin embargo, si hay un dato que todavía está ausente con demasiada frecuencia en la planificación, es el de Asistencia real espacios públicos.
Y sin embargo: comprender mejor quién usa las instalaciones, cuándo y cómo, es la clave para adaptarlos, mantenerlos y revitalizarlos mejor. Especialmente en centros urbanos de tamaño mediano, hoy en busca de una nueva oportunidad de vida.
Peatonalización, ecologización, remodelación de plazas o instalación de mobiliario urbano: estas inversiones deben responder a usos reales, no a hipótesis.
¿Sabemos cuántas personas frecuentan realmente una calle peatonal? ¿Durante qué franjas horarias? ¿Cuántos ciclistas utilizan una pista nueva? ¿Qué espacios públicos están infrautilizados y cuáles están saturados? Sin estas respuestas, la planificación urbana permanece ciega y los proyectos corren el riesgo de no dar en el blanco.
Sin embargo, revitalizar los centros de las ciudades —un objetivo importante de los planes de inversión locales y europeos— implica la creación de espacios deseados, funcionales y habitables. Empieza con Conocimiento de los flujos.
El recuento debe ser fiable, repetible y respetuoso con la privacidad. A nivel europeo, los requisitos para protección de datos (RGPD) son fuertes y crece la presión para prohibir los sistemas intrusivos basados en la captura de imágenes o señales Bluetooth.
Por eso Kiomda ha desarrollado un sistema patentado : un sensor autónomo, sin trabajo, sin cámaras ni datos personales, capaz de diferenciar peatones, ciclistas y vehículos con gran precisión.
Todo se entrega con un plataforma sencilla y clara, diseñado para ayudar a las comunidades gestionar las políticas de desarrollo y gestión basado en hechos.
La planificación urbana sostenible no puede prescindir de los datos de asistencia. En un momento en que los centros de las ciudades buscan recuperar la vitalidad, en que el ciclismo se está convirtiendo en una cuestión estructurante y en el que cada metro cuadrado de espacio público cuenta, Medir los flujos se está convirtiendo en un acto tanto político como técnico.
En Kiomda, apoyamos a las comunidades todos los días en esta transición. Para ciudades más animadas, mejor compartidas y, finalmente, diseñadas en función de los usos.