En muchos territorios, las movilidades no están aisladas: los peatones, los ciclistas y los vehículos se suceden, se cruzan o utilizan el mismo acceso. A veces en un espacio compartido, a veces en circulaciones paralelas. Lo visual reúne las situaciones más comunes en las que coexisten varios tipos de usos, y en las que resulta fundamental saber quién circula, cuándo y en qué proporciones.
En muchos sitios, los usos nunca son homogéneos. Los peatones, los ciclistas y los vehículos a veces viajan en el mismo lugar, a veces en momentos diferentes, a veces por caminos paralelos pero interdependientes. Sin mediciones, es difícil entender cómo se combinan realmente estas movilidades: quién usa el espacio, cuándo y en qué proporciones.

Cada sitio combina los usos a su manera. Algunos quieren conocer solo a los peatones en una zona por la que también pasan bicicletas; otros quieren aislar a las bicicletas de un camino compartido con vehículos; y otros quieren comparar la «movilidad blanda» con la «movilidad motorizada» sin entrar en detalles sobre cada modo.
Nuestro enfoque consiste en distinguir los diferentes tipos de pasajes y luego recomponer los indicadores de acuerdo con su objetivo:
El desafío no es contar todo en todas partes, sino producir datos que correspondan exactamente a la pregunta que te estás haciendo:
¿Quién anda por ahí? ¿Cuándo? ¿En qué proporción? ¿En qué dinámica a lo largo de las estaciones, las horas o los eventos?
Esta flexibilidad permite adaptar el análisis a espacios que a veces son compartidos, a veces simplemente frecuentados por varios modos en momentos diferentes, sin complicar la lectura.
Casos de clientes
En muchos sitios, los usos nunca son homogéneos. Los peatones, los ciclistas y los vehículos a veces viajan en el mismo lugar, a veces en momentos diferentes, a veces por caminos paralelos pero interdependientes. Sin mediciones, es difícil entender cómo se combinan realmente estas movilidades: quién usa el espacio, cuándo y en qué proporciones.

La convivencia puede parecer fluida o conflictiva en diferentes momentos: medir cada uso por separado muestra dónde y cuándo las interacciones se vuelven delicadas.
Para elegir qué proteger, dónde apaciguar o qué modo elegir, es necesario conocer la parte real de cada flujo. Las impresiones no bastan para arbitrar.
Algunos modos dominan por la mañana, otros al final del día, otros durante el fin de semana o durante la temporada turística. Separar los usos permite identificar estos ritmos.
La distinción entre los modos arroja luz sobre las solicitudes de los funcionarios electos, los servicios técnicos o los financiadores: movilidad blanda, motorizada, mixta... cada categoría tiene su propio impacto.
Carril bici, vía verde, zona tranquila: distinguir quién está utilizando realmente el espacio permite evaluar si el desarrollo está logrando su objetivo o si es necesario un ajuste.
En muchos lugares, la convivencia parece homogénea, aunque varía mucho según la hora del día o el modo. La medida revela estos matices y evita sacar conclusiones precipitadas.
Los contextos motorizados no siempre requieren sistemas pesados. Verdilo aporta un enfoque simple y autónomo para medir los pasos de vehículos en accesos filtrados, aparcamientos, calles estrechas y vías compartidas. Sus características técnicas están diseñadas para ofrecer un dato fiable, explotable y rápido de desplegar, sin obras ni alimentación eléctrica.
Obras sin fuente de alimentación (Autonomía estimada en más del 2% viejos).
Configurar en 2 minutos, sin necesidad de conocimientos especializados, se entrega listo para usar.
Diseñado para condiciones exteriores, en entornos naturales o urbanos.
No hay imágenes guardadas, cumple con el RGPD.
Lectura clara de los sentidos de paso y diferenciación entre peatones, ciclistas y vehículos.
Consulta en línea o encuesta local en áreas remotas.

Descubre nuestra guía completa para elegir la solución adecuada para tus espacios públicos.
Cada sitio es diferente: lo ayudamos a elegir la configuración más fácil y confiable.